¿El Gobierno del Pueblo?
POR Carlos Martínez Leal
Mientras nuestro pueblo se debate entre el infortunio: 271 mil 303 muertes por la
Covid-19, más de 100 mil por la violencia, las causadas por el último temblor registrado
al sur del país, las más de 11 muertes provocadas por el huracán “Grace”, las cuantiosas
pérdidas por las inundaciones, por los deslaves que suman dos muertos, más 10
desparecidos en el cerro del “Chiquihuite” y gran número de muertes que no se registran
por el hambre. Los poderes que “representan la voluntad popular”: El poder Ejecutivo
que tiene que proponer cómo usar los recursos de todos los mexicanos para enfrentar esta
situación y el Legislativo que debe evaluar si se está atendiendo la necesidad del pueblo,
para en su caso aprobar la propuesta o rechazarla; ambos se muestran como lo que en
realidad son: representantes de los dueños del dinero, es decir, del capital y no de la
voluntad popular.
El arribo del actual gobierno al poder con un voto mayoritario de quiénes
rechazaban a los políticos de partidos como el PRI, PRD y PAN, buscando un cambio en
su situación, deseo que fue magnificado por el discurso de Andrés Manuel López
Obrador, logró que el cambio a un nuevo «partido» en el gobierno, MORENA, generara
grandes expectativas. Lo positivo del suceso es la disposición de los votantes por tener
mejores condiciones de vida.
Sin embargo, la propuesta de quienes arribaron al poder adolece de una concepción
científica de las causas que generaron la desigualdad del país que van a gobernar y por lo
mismo de las tareas que deberán emprender una vez que su discurso dice al pueblo lo que
el pueblo desea escuchar: ellos (los que se proponen gobernar) dicen tener la solución.
Pero gobernaron y dicha solución no llegó.
El análisis de “los salvadores de la Patria” centra el problema en un aspecto del
comportamiento del individuo, en una cuestión moral, un problema de índole subjetivo,
en la “corrupción” generada por el neoliberalismo, formador de gobernantes, de
individuos: insensibles, egoístas, individualistas, que desprecian al pueblo y han hecho su
fortuna a costa del erario público, esto es de lo que el pueblo con su trabajo, retribuye a
través de impuestos al gobierno para que esté vigile y cuide que la asignación de ese
recurso mejore su bienestar.
Armados con esta coraza el presidente López Obrador y su gobierno, emprendieron
una Santa Cruzada contra todo lo que oliera a «corrupción», manteniendo año con año y
alentando entre el pueblo a través del control de la información, la idea de que íbamos
bien, requeté bien; ¡se ha avanzado! dice Obrador al grado de que en su último informe
casi se despide, pues ¡él ya cumplió! con la mayoría de sus compromisos y está feliz,
feliz, feliz, porque ha dejado sentadas las bases para que los mexicanos vivan una nueva
era de bonanza y bienestar; ela aquí:
La economía decrece, aunque ahora la dirigen los que no son «corruptos».
El desempleo crece incontenible.
El salario no alcanza, pues los precios se han disparado.
La pobreza aumenta en el país.
El pueblo se ha quedado solo, y sus problemas se recrudecen: no hay recursos para
atender los problemas recurrentes de huracanes, inundaciones, deslaves,
temblores, incendios, es decir de los provocados por desastres naturales.
El pueblo esta inerme y a merced del virus SARS-CoV-2 causante de la Covid-19.
La violencia imparable ha cobrado ya más de 100 mil muertos.
En la economía: Carlos Urzúa, Secretario de Hacienda, acusó que se han “tomado
decisiones de política pública sin el suficiente sustento”, renunció y se fue. (El
economista, 9 de julio 2019).
En la pobreza: el Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la
Política de Desarrollo Social (Coneval), Gonzalo Hernández Licona, encargado de
evaluar la pobreza de los mexicanos y proponer medidas, fue destituido por el presidente,
se fue. (El Universal, 23 de julio de 2019).
En la Salud; renunció el Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social,
German Martínez, dijo “…El presidente de México proclamó el fin del neoliberalismo
pero la política en el IMSS es de carencia neoliberal: ahorro y más ahorro, recortes de
personal y más recortes de personal…” y se fue (El Universal, 21 de mayo de 2019).
La disminución del presupuesto del 2019-2020 a estos renglones básicos tuvo como
resultado las protestas de miles de mexicanos organizados, que se manifestaron en el
Palacio Legislativo de San Lázaro, en contra de lo propuesto por el presidente, pidiendo a
los diputados no lo aprobaran; fueron ignorados (Milenio, 21 de Noviembre de 2019). Lo
mismo sucedió con el presupuesto 2020-2021. Así desapareció los Fideicomisos, entre
ellos el FONDEN.
Conocemos hoy hechos tangibles que nos muestran que el gobierno de López
Obrador no es como dice ¡El gobierno del pueblo! Tenemos por tanto la tarea de
construir la verdadera fuerza que logre lo que el pueblo quería con su voto: mejores
condiciones de vida.